Ya anunció su arribo
el viento sopla a su favor
las velas están templadas
la barca -pequeña-
avanza
sobre aguas mansas.
Ella duerme.
Hace muchos meses
sus músculos se soltaron
y el cuerpo se mece
al vaivén de las olas.
Ella no navega, ya.
Ella duerme.
Aunque estuviera despierta
de su boca no saldrían palabras
sus ojos son los que hablan
con lentitud con tristeza
con una que otra lágrima.
Ella piensa mientras duerme
recuerda su vida
siente a Roberto
siente a Carmenza
la hija mutua
y espera.
Ella confía
en que la barca -pequeña-
la recoja
la ice
le devuelva el habla
y el movimiento.
Ella aguarda la muerte
que ya arribó.
el viento sopla a su favor
las velas están templadas
la barca -pequeña-
avanza
sobre aguas mansas.
Ella duerme.
Hace muchos meses
sus músculos se soltaron
y el cuerpo se mece
al vaivén de las olas.
Ella no navega, ya.
Ella duerme.
Aunque estuviera despierta
de su boca no saldrían palabras
sus ojos son los que hablan
con lentitud con tristeza
con una que otra lágrima.
Ella piensa mientras duerme
recuerda su vida
siente a Roberto
siente a Carmenza
la hija mutua
y espera.
Ella confía
en que la barca -pequeña-
la recoja
la ice
le devuelva el habla
y el movimiento.
Ella aguarda la muerte
que ya arribó.
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