Con todo mi orgullo, dedico a mi hijo esta frase de Bertolt Brecht: "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles".
Acomodado en una mullida butaca de un cinema doce cuadras al norte del Palacio de Justicia y cuarenta años después de la masacre de la retoma del edificio por parte de los organismos “de seguridad” del Estado, sentí de nuevo la angustia sufrida durante veintisiete horas entre el 6 y el 7 de noviembre de 1985. Fue en la proyección de la película Noviembre, sobre el juicio que no se pudo realizar al gobierno y los militares por la violación de los acuerdos de paz suscritos un año antes con varios grupos insurgentes. En la pantalla gigante, las escenas transcurrieron en un pequeño escenario, un baño del Palacio de Justicia, combinadas con imágenes de los exteriores, tomadas estas últimas de noticieros de la época. Cada segundo, cada rostro sudado, cada arma en ristre o pendiente de un hombro nervioso, cada señal en un radiecito manual, cada explosión que retumba en el alma, cada vidrio roto, cada voluta de humo del incendio en el sótano y de los gases lacrimógenos, cada disparo que a...
Comentarios