Un pequeño homenaje a la librería Lerner, donde lancé mi primera novela, La mujer de los condenados.
La fachada de la nueva sede de la librería reproduce este texto de Las mil y una noches:
"El libro es el mejor compañero en los ratos de soledad
y el mejor de los amigos cuando en tierra extraña somos peregrinos.
(...) Y el mejor de los visitantes
y el que más nos entretiene
y distrae
y más instrucción y deleite nos ofrece".
La fachada de la nueva sede de la librería reproduce este texto de Las mil y una noches:
"El libro es el mejor compañero en los ratos de soledad
y el mejor de los amigos cuando en tierra extraña somos peregrinos.
(...) Y el mejor de los visitantes
y el que más nos entretiene
y distrae
y más instrucción y deleite nos ofrece".

Comentarios