Por Javier Correa Correa
Con la impecable –y dramática–
interpretación de Luis Fernández, y bajo la dirección de Elia K. Schneider, la
película venezolana Tamara narra la
vida de Tamara Adrián, abogada que tras una vida de incertidumbre decide
cambiar su sexo masculino por el femenino.
Estrenada en noviembre de 2016 en
Caracas, la película contó con la asesoría directa de Tamara Adrián, primera
persona transgénero en ser elegida diputada en Venezuela y América Latina,
luego de haber pasado por la universidad en calidad de profesor y profesora,
donde enfrentó con dignidad y entereza las primeras manifestaciones de
homofobia por parte de directivas y hasta estudiantes y, no obviamente pero
también, de docentes.
Tamara empezó desde niña a sentir
que, como ya se ha vuelto frase de cajón, vivía en un cuerpo que no le
correspondía. Pero ella –aún era él– sabía que sí era su cuerpo pero que debía
ser cambiado.
Viajó a París y regresó a Caracas
por asuntos familiares, y en Caracas se quedó. Sobrevinieron los cambios, los
temores, los rechazos, las presiones y decidió asumir el papel de hombre que
“emanaba testosterona por los poros”, como describió al actor la periodista
caraqueña Dulce María Ramos, quien está en Bogotá promocionando esta y otras
cintas.
Tomás Mariano Adrián se casó, tuvo
dos hijos y durante varios lustros vivió una vida “normal”. Con toda la
“normalidad” del matrimonio, la vida cómoda y profesionalmente exitosa.
Pero un encuentro casual en una
calle sirvió de interruptor y el abogado se confrontó a sí mismo, con su vida,
con sus esposa y con sus hijos.
El primer paso fue el travestismo.
Ante el cual sufrió el rechazo al que hice referencia, e incluso se le siguió
un proceso disciplinario en la universidad para expulsarlo. Conservó el puesto
y se enamoró de la bibliotecaria del centro educativo, quien tuvo que lidiar
con sus propias dudas para aceptarlo.
En el año 2002, el profesor se
sometió a una vaginoplastia, esto es, cambió de sexo.
Aunque incluye algunas escenas que a
mi parecer no son necesarias, como primeros planos de la cirugía, la película
logra que quienes la ven enfrenten los tabúes sociales, sicológicos y hasta
religiosos, para entender –al menos un poco– el drama de quienes deciden
cambiar de sexo.
Tamara inauguró el Festival de Cine de Bogotá el pasado mes de octubre, pero
fueron muy pocas las personas que tuvimos la posibilidad de verla, pues ni
siquiera formó parte de la programación oficial. La mayoría de espectadores
eran de la colonia venezolana, pero pocos colombianos supieron siquiera que
esta historia se proyecta en la pantalla grande. Tras ganar varios premios
internacionales, es hora de que alguna distribuidora colombiana se ponga las
pilas e incluya esta película en su programación habitual. Si no, la invitación
es a los cineclubes, pues Tamara, con
una mirada artística, explora la dura realidad de las personas transgénero.
Ficha técnica
Dirección: Elia K. Schneider.
Guion: Elia K. Schneider y Fernando Butazzonila.
Producción: José Ramón Novoa.
Reparto: Luis Fernández, Prakriti
Maduro, Karina Velásquez, Mimí Lazo, Julie Restifo, Carlota Sosa, Jhovana
Lozada, Alberto Alifa, Gerardo Blanco, Tamara Adrián, Samantha Dagnino,
Laureano Olivarez, Guillermo Londoño, Leandro Arvelo.
Fotografía: Peter Cikhart.
Música: Osvaldo Montes.
Sonido: Damián Montes.
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