Foto Prensa Latina. La mamá cómplice le ayudó al niño de cuatro años de edad a sembrar una plantica que al crecer adornaría sus ramas con claveles. Acomodaron la tierra en una maceta de barro y en un hueco tímido introdujeron la semilla que sabía de lo que era capaz. Llenaban a la mitad una jarrita con agua para alimentar la tierra que como si recibiera lluvia esparcía un delicioso aroma de petricor y de la que al cuarto día brotó una vara diminuta de color verde, prometedora de alegrías. – Mama, gritó el niño en árabe, asombrado y feliz. Con la sabiduría acumulada en sus veintitrés años de edad, Aisha 1 intuyó de qué se trataba, pero disimuló para que él le diera la buena nueva. Corrió hasta el pequeño rincón junto a la ventana por la que entraba la brisa proveniente del mar Mediterráneo, y donde los rayos cómplices del sol se encargaban de calentar la superficie que el niño de ojos grandotes observaba casi con estupor, pese a que le habían explicado mil veces lo que iba a suced...
Escritor colombiano, autor de tres novelas, más de 200 cuentos en diversos géneros, poemas y ensayos. Desde 1981 ejerce el periodismo y desde entonces ha trabajado también en la docencia universitaria y el sector editorial. En la actualidad prepara su cuarta novela, Encuentro en el presidio, y un libro de cuentos dirigido a niños y niñas. Su novela La mujer de los condenados está siendo adaptada por la guionista Claudia Patricia Sandino del Busto.